Amanece el día nublado. Progresivamente el cielo se cubre de blanco hasta que la lluvia se desprende suavemente empapando la ciudad.
El clima se torna otoño con brevedad.
"Pequeño" me enseña sus fotos sorprendiendome gratamente. Me gusta su forma de mirar y ver detalles que otros obvian o ni siquiera perciben.
Como muestra subo tres de sus fotos.
Con la marcha de "Mayor" tenemos ocasión de hablar; tambien me sorprende la profundidad con que razona dada su edad un punto de orgullo me llena : no lo hemos hecho tan mal!!! "Mayor" me lo confirma desde su punto de destino.
Septiembre avanza arrollador, se nota en las calles y en la gente. Un cierto temor al invierno recorre las conversaciones. Criticas y reproches son la tonica de nuestra vida politica. Mucha gran ciudad y mucho deporte en los papeles, en la realidad:cortitos.
En el trabajo siguen manteniendose las tendencias a la baja, aunque decrecen progresivamente, una vez mas, cuanto mas se alejan del centro urbano. Menos mal que se mantiene la zona centro y la suntuaria (aunque con excepciones).
La mayor parte del tiempo se me va en escuchar desgracias economicas y gastos desorbitados que forman parte de la intimidad de otras personas. La gente, en ocasiones, necesitamos desnudar el alma ante extraños que asienten compasivos o interesados a nuestros devaneos. Lo de menos es la opinión del desconocido oyente, solo se admiten soluciones, si es que las hay.
Aumentan los divorcios y separaciones con causa comun: falta de liquidez por un lado y falso enamoramiento por otro. Estoy cansada de oir ese tipo de parejas del "todo o nada" Que falta de pudor en algunos casos. Se nota de que eso del "pan y cebolla...." del refran ni siquiera entra en sus refraneros cotidianos. Sin juzgar a nadie, a veces, algunas veces, mas de una vez, dan ganas de gritar: Pero, ¿es que sois tontos?, o que?. En fin,....... cada palo con su vela, o sin palo o vela, pero sin implicar a los demas en cuestiones personales.
Un silencio agradable se ha instalado en la tarde. Es como si de repente todos se hubiesen ido a dormir la siesta. No enciendo la luz conformandome con luchar entre las sombras con la letras del teclado. El bolero de Ravel se desliza por las paredes, los pasillos y lo llena todo.
Marbella duerme mientras la lluvia cae.