TODOS AL AGUA

Sale el sol brillante en Jueves Santo. Los niños se entusiasman con la idea de darse un chapuzón y yo rielo como la luz en el horizonte solo de pensarlo.

Mientras espero, desespero y vuelvo a esperar, aprovecho el tiempo "que nunca es perdido", como diría Manolo Tena. www.manolotena.com
para escribir el post.

Anoche callejeamos por la parte antigua de Marbella mientras llegaba la hora de ver la procesión. Mi hijo pequeño iba de mi mano sin parar de contarme historias de personajes de videojuegos. En un intento de cambiar el tema, del que nada entiendo, ni entenderé jamas, quise hablarle de la Marbella de mi infancia.
Una casa, cerca de la Calle Carmen, me daba pie a ello, ya que la conocí muy bien. Yo, envuelta en mi pasado, desgranaba los recuerdos sin tener presente el "presente", y en una pausa, una voz cabreada me dice: "Mama, deja ya de hablar de los muertos y las casas viejas, escuchame, entonces hay que utilizar las armas contra el Maléfico antes de que salga por la pantalla......" Como comprenderéis, hube de callarme y escuchar. Su hermano y yo nos mirábamos por encima de su cabeza, haciendo el mismo gesto: nos mordíamos los labios asintiendo con la cabeza al unisono a todas sus palabras. Menos mal que su atención se volcó en la procesión en cuanto empezó y se olvidó de nosotros y los videojuegos.