MECANO-HIJO DE LA LUNA
Podría estar encerrado en una cascara de nuez
y sentirme rey de un espacio infinito...
(Shakespeare, Hamlet, segundo acto escena 2 )
Mi perro es un ser magnifico. Me despierta por las mañanas cuando suena el despertador y ve que no me levanto.
Me trae regalitos en la boca (huesos, trapos, juguetes de "pequeño, etc ) cada vez que entro en casa. Mueve la cola y me sigue como si de mi sombra se tratara. Se conforma con los breves paseos diarios y apenas mancha.
A mis ojos solo tiene un defecto: es un tragón y lo mismo muerde una manzana que un mazapán. Le encanta la fruta y las verduras. (Ya quisiera yo que "pequeño" ingiriese la misma dosis de fruta que perro, sin peleas).
Curiosamente los días que no suena el despertador, fines de semana ó
festivos, perro no me despierta. Es listisimo.
Me prometí a mi misma nunca mas tener perro tras la desaparición de mi otra negra. Así fue durante muchos muchos años, hasta que la insistencia de los niños y la persuasión que utilizaron conmigo me decidió que debía tenerlo. En la tienda de animales, mi patito feo (lo era entonces), me miraba tiernamente desde su jaula llena de periódicos. Su mirada fue definitiva. No pude resistirme.
Desde entonces vivimos juntos en armonía. Le reprocho que se comiera mis mejores botas la noche que las estrené. Aunque fue mas culpa mía que de él. No debí dejarlas a su alcance, eran tan bonitas!!!!!. El zapatero se reía de mi, "no hay nada que hacer mujer" me decía entre carcajadas, "o llevas los dedos fuera o las tiras". Se comió toda la pala.
Bueno, nadie es perfecto ¿no?
viernes, diciembre 01, 2006
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2 comentarios:
Pero hay amores y fidelidades que si. La de un perro con su amo lo es.
Un abrazo
Es precioso, y además nada remilgado para comer, no???, jajajaja.
Saludos.
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