miércoles, marzo 28, 2007

SIGUE EL FALSO OTOÑO



De la ceca a la Meca se me va la semana. He recuperado el gusto de conducir y no me duelen los kilómetros. Durante mucho tiempo ha sido un suplicio meterme en carretera. Un extraño pavor se apoderaba de mí en cuanto soltaba el freno de mano. He llegado hasta dejar de adelantar a un viejecillo en un 600 camino de Málaga, circulando a 60 km/h. Me era imposible abandonar el carril de la derecha. No digo ya circular en paralelo con camiones ó cisternas, eso me enfermaba a más no poder. Cruces, cedas el paso, stop y todo lo que significase cambios eran ataques de nervios. Tan nerviosa he llegado a estar que me perdía sin remisión en los lugares nuevos.
Quizás a fuerza de persistir en el empeño y decirme a mi misma que lo que tenga que ser será, poco a poco me he dominado. Tanto así, que recupero un antiguo gusto. (Aunque evito a los camiones y las cisternas). Pequeño metido en faenas de Semana Santa acaba de llegar.
Seguro que necesita algo.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Venga, a ayudar a pequeño...

Rafael dijo...

je, como te entiendo; yo a fuerza de coger el coche también he podido encontrarle el gusto a conducir... aunque tengo que reconocer que en mi caso siempre le he pisado al acelerador cuando me he encontrado en carretera... por supuesto con mucho cuidado (y teniendo en cuenta que mi coche no pasa de 65 cv jeje)
Besos!!

Anónimo dijo...

Yo tenía mucho miedo al coche antes de sacarme el carnet. Es más, mi hermana pensaba que nunca me lo sacaría por ese pavor que sentía cada vez que subía al coche con alguien...
Pero fue cogerlo por primera vez, empezar a defenderme al volante y hasta hoy... Me encanta conducir!!.
Que tengas un gran día!!!

Noa- dijo...

Yo tuve un estrecho contacto con un camión grande, con un trailer, y aunque no llega a ser miedo, si noto un estremecimiento cada vez que se acerca uno.

Saludos