continua y No acaba.

Se dejó caer en una silla cansado. Le hizo un gesto con la mano a la chica para que se sentase también y permanecieron en silencio. Él con la carta en la mano, ella aferrada a un enorme y horrible bolso. Sonrió para si mismo, que entendía él de modas.
La cabeza se le fue para atrás, como si no hubiesen corrido los años, caído el pelo y engordado su tripa. Bartolome era joven, como él. Hijo y hermano de carpintero disfrutaba con su trabajo y fue un hombre feliz. José, por entonces atravesaba uno de los peores momentos de su vida.

Su hija enferma acabó por fallecer y se encontró sin dinero para poder comprar el ataúd. José, enemigo de pedir nada, no sabía a quien ni que recurrir cuando el bueno de Bartolome se ofreció con una caja de pino que sus manos ensamblaron. Jamas pudo agradecer José de ninguna manera el gesto. Ni con dinero ni con actos, Bartolome no lo permitía.
Por eso, ahora, viéndose frente a aquella callada moza, se preguntaba que necedad era aquella de su buen amado amigo. Se le agrió el carácter de nuevo y
torció el gesto hacia la joven.
- ¿que edad tienes?
- dieciséis. Casi diecisiete.
- ¿por qué vistes así?
- ¿como?, ¿de militar?, por vagancia, aguanta mucho el roce y no tengo que andar lavando. Además, me gusta.
- Si, supongo que te debe gustar, a mi me espantan los uniformes, taras de juventud deben ser.

Otro largo silencio se instalo entre ellos. Aquella chica sabía estar. Era rara sí, muy introvertida.
- ¿Que pasó en el pueblo contigo?
- No gusto, soy muy callada y eso les confunde. Diferente en lo que me pongo, oigo, me gusta o molesta. No soporto que me mangoneen. Contesto mal y me rebelo contra todos. Así me va. Mal.
- A mi tampoco me gusta que me hagan eso, pardiez!!. ¿quieres comer?. Tengo hambre.

Mientras cerraba la puerta y echaba la llave pensó en Bartolome y sonrió por segunda vez en un día. Buen trueque, pensó, despues de todo yo estaba dispuesto a darle la luna.

Pd: Ciertos hechos de esta historia estan basados en acontecimientos reales. Espero que no importe demasiado a los que conocen la verdadera historia. Mi intención es puramente literaria al usarlos.