martes, octubre 04, 2005


Esta mañana he pasado por el portal de la casa de mi abuela. Sin querer mis pasos me llevaban hacia dentro aun sabedores de que el motivo de mi ansía no se haya en su interior.

Con trabajo me he alejado llena de recuerdos y olores a café y pan "tostao". Cuando ella vivia allí, siempre encontraba un momento del día o de la noche para visitarla. Me gustaba su apostura, su elegancia natural y su forma de expresarse, sin macula, sin defectos. Creo que ha sido la mujer más directa y honrada que he conocido en mi vida.
Nunca la he visto despeinada, descuidada ó mal vestida. Dentro de su parquedad en el vestir y elección de colores, ( blanco,negro, gris y violeta) resaltaban las perlas al cuello y los zarcillos de oro en las orejas. Nunca tenía prisa; ni cuando la tenía de verdad. Acostumbrada a un regimen militar interno autoimpuesto, trabajaba sin cesar bien en la casa ó en labores de aguja que adoraba. No ha aceptado aun que los años pesan y que no hay medicina que nos haga volver atras. Asi a sus 97 años se quiere levantar de la carcel que le supone su invalidez para seguir trabajando. Hemos tratado de leer juntas pero sus ojos se niegan a ver las letras. He tratado de leerle, pero su mente vuela hacia atras en el tiempo y no me oye. Hace tiempo decidi conformarme con seguir a su lado charlando sobre tiempos que no he conocido, sobre normas no escritas, sobre deberes por cumplir y poder besarla y abrazarla y hacerme la ilusión que aun sabe quien soy.

3 comentarios:

Anónimo dijo...
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Lula Towanda dijo...

Que bonito tener una abuela modelo. En mi caso era mi abuelo al que quería emular y me horrorizaba los genes que me podría haber aportado mi abuela. Cuando siento la pereza, me acuerdo de ella y de su nula actividad, pero cada vez con más cariño. Tal vez la que tenía la razón era ella y no mi abuelo con esa entrega total al trabajo y al esfuerzo

la-de-marbella dijo...

A medias, ni mucho trabajo ni mucha inactividad.Solo que eso que se sabe, solo lo aplicamos al final de la vida, los que llegan, claro.