
Por enesima vez me dijo a mi misma que tengo que ordenar el cajón de los maquillajes. Francamente no hay tanto desorden como aparenta, ya que bajo las cajitas de muestras variadas todo esta en su sitio. Las muestras me encantan ademas de por ser gratis,que pocas cosas quedan gratis hoy en dia, porque me resultan mejor que el producto en envase normal. Las niñas de la perfumeria (lease dependientas) se meten conmigo por pensar esto y dicen que es ridiculo. No digo que no, pero mi piel dice otra cosa. Atesoro miles de cajitas que prometen la juventud eterna, si usas el producto, eres constante y tu piel es medio buena. Lo malo es que me olvido de usarlos, y claro pasa lo que pasa. Te levantas una mañana un poco más fea de lo normal y te avalanzas sobre el maquillaje para tapar lo feo, pero (siempre hay un pero, que barbaridad) tu piel se resiste a parecerse a la de Angelina Jolie (por ejemplo), y tú dale que te pego con la brocha, el lapiz, el rizador de pestañas, cubre ojeras, serums, y demas especies protegidas del mundo de la cosmetica. En un momento dado, paras para mirarte en conjunto y !!!!Dios!!!! pareces "Inma, la del gran hermano". En definitiva, te quitas los excesos, un poquito más, más y de repente aparece tu rostro igual de feo pero con muestras negras donde antes estaba el "eye linner" (queda más fino que lapiz de ojos), ciertas rojeces a la altura de los pomulos de tanto pasar el "cotonini" ó algodón en forma de disco, con el desmaquillador. Al final salgo con la cara lavada, un poco de colorete en lo pomulos y pensando: de esta noche no pasa que me ponga el serum, la hidrante, la regeneradora, el contorno de ojos y asi hasta que lo olvido del todo.