martes, enero 09, 2007

SENTADOS AL SOL

y viendo pasar la vida se reunen cada día. Todos pasan de los sesenta y cinco años. La prisa para ellos es un recuerdo lejano y la conversación un placer barato.
Uno lleva un periódico en la mano, otro un bastón y el más bajito una gorra. De pie quedan dos, uno enjuto que come caramelos y otro con cara de bonachón que sencillamente mueve los brazos como el que hace ejercicio. Han hecho del banco en que se sientan su refugio diario.
Cuantas historietas se contaran al cabo del día los unos a los otros, que de otra forma no podrían contar. Me llama la atención el buen tono de su piel, nada extraño por otra parte dado el clima que tenemos. Pienso que es agradable terminar la vida al sol sin más problemas que dormir ó comer. No sé cual será la renta de estos jubilados, no parece que sea ni alta ni baja, pero a ellos se les ve satisfechos. Los niños y los ancianos son tan parecidos en su comportamiento, que a poco que me distraigo, me creo en un recreo de adultos. Mi abuela nunca quiso mezclarse con los de su edad, decía que la hacían vieja, que donde estuviesen los jóvenes allí estaría ella. Creo que se perdió con ello grandes momentos, grandes amigos. La juventud tiene tanta prisa, que dificilmente puede acompasar su paso a la vejez. No se si llegaré a ser una de las que se "sientan al sol", más sería muy agradable. Mientras, que disfruten ellos.

6 comentarios:

giovanni dijo...

Me quedan un par de anos antes de pasar los 65, pero ya trato de combinar la rapidez en mi trabajo y mi mente con lo lento, el gozar en mi tiempo libre y, tambien, mi mente. Y creo que despues de los 65 seguire haciendo (o tratando de hacer) lo mismo. Sin embargo, entiendo tu abuela y creo que voy a seguir hablar y jugar con los jovenes hasta el ultimo momento.
Besos

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo. La verdad es que tiene que ser agradable pasar unos años de tu vida de forma tan entrañable, sobre todo después de haber pasado por todo lo que han pasado ellos. Lo importante es que sean felices así. Yo mientras tanto me dedico a estudiar, que ahora me toca la crisis de los exámenes, a ver cómo acabo.

Un beso paisana

Anónimo dijo...

Entre las cosas que más me gustan de subir a mi pueblo, en Toledo, está la de salir a hacer cualquier recado hacia media mañana. No os podéis imaginar la cantidad de personas mayores y no tan mayores que se congregan en la plaza unas horas para charlar al sol antes de comer!!. Siempre me ha gustado ese momento tan mágico como el de pasar por el mismo sitio allá por las cinco o seis de la tarde, cuando vuelven a aprovechar antes de que se esconda el sol y el frío del invierno les llegue a los huesos. En verano, estas tertulias son bastante más temprano por la mañana y bastante más tarde por la noche, buscando siempre esquivar las horas de agoviante calor de los meses estivales.
Me encanta saber que, aunque no lo vea (a mí me apremian las prisas de la juventud aún...), en todas partes hay gente tan entrañable como los abuelillos de Toledo, Badajoz, Málaga o cualquier rinconcito de nuestro maravillos país. Espero que esto nunca cambie!.
Un beso,
K

TORO SALVAJE dijo...

No puedo ver la foto pero me la imagino.

A mí me gustan mucho las historias de las personas mayores, no me cansan, además cómo la memória les falla un poco aunque la repitan siempre es diferente.

Besos.

Unknown dijo...

Yo tampoco la veo. Debe haber un proeblma en la pagian donde está alojada.

A veces hay que parar. A que si! y sentarse y contemplar. Sin pensar ni nada, sin esperar algo. Solo contemplar.

Anónimo dijo...

Espero llegar a ser muy viejecita y poder sentarme contigo en esos bancos de nuestra Alameda y recordar viejas batallitas.

Besos Viñita