miércoles, mayo 28, 2008

UNA DE RECUERDOS


Subía por la Avenida Ashmawi con el coche cuando una canción de Los Brincos comienza a sonar en la radio.
La canción y la avenida, testigos de mi infancia, me transportan directamente a primaveras anteriores, muy anteriores. Mientras conduzco sin prisa, voy sobrada con veinte minutos de adelanto a mi cita, se me vienen encima los recuerdos del Seño Gabrié, de Anichi, de Ana la de Cancelada, de Loli la de los ataques epilépticos y un buen numero de personas que convivian si nó en esta avenida, muy cerca de ella.


Aparco y espero pacientemente a que el reloj marque la hora para tocar el timbre. Hace algo de fresco así que agradezco los rayos de sol que calientan las ventanas.

Busco en la guantera un mechero y encuentro caramelos de violetas. ¿de donde han salido? Soy incapaz de recordar quien me los ha regalado. Pueden llevar guardados mucho tiempo entre papeles de seguro y ficha técnica del vehículo. Abro la caja y chupo una con precaución, mas que nada por si esta rancio el caramelo. Paladeo unos segundos y ante el soberbio sabor a violetas giro encantada con la lengua el pequeño dulce. Vuelta a vuelta se deshace entre saliva y recuerdos que de nuevo en la quietud de la tarde de una rica urbanización se desatan en mi cabeza.

Recuerdo la malva loca en la Finca Caballero como si de un sueño se tratara. Aún a pesar de que Dorada me considere cuentista, siempre echaré de menos esa finca. Era un mundo tan dispar, tan alejado del mio y a la vez tan especial que será difícil encontrar símil real que poder disfrutar en la misma medida hoy por hoy. Eso me pasa por hacerme mayor y perder de vista la niña que fui, aunque esto lo menciono sin acritud ni deseos de volver a serlo. ( Psuiza dice que soy hiperactiva hasta por teléfono. Debe ser verdad, ella me conoce muy bien)

Llega la hora y suena la alarma del móvil, salgo de la ensoñación empaquetando los bloques de recuerdos y regresandolos a la memoria lejana. Me dijo: ya pensaremos después.


Los de símbolo diferente discuten conmigo. No se dan cuenta que todos queremos lo mismo, solo que no de la misma forma. Intento hablar de dignidad y principios, caen en saco roto. No hay mas sordo que el que no quiere oír. No obstante yo no pierdo de vista mi punto de vista y eso, eso no tiene precio.
Música: R.E.M- Losing my religion From: marcelolucio

5 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Yo ya no discuto de política con nadie.

Todos mienten.

Los que mandan mienten, todavía recuerdo las gráficas optimistas en el debate de antes de las elecciones, menudo caradura, mira como está el país.

Y los otros también.

Besos.

sb dijo...

que no hombre, que no, que los políticos no mienten, por Dios, somos nosotros, pobres opinadores que no vemos que todo va bien aunque todo sea más caro y tu dinero siga siendo el mismo.. Todo es por el bien común, ya lo verás.. o no, tampoco es que les importe mucho :)

Unknown dijo...

Que bonita la foto de la puerta.

Sibyla dijo...

A mí también me ocurre a veces, me atrapan los recuerdos de la infancia y me vuelvo super vulnerable...

En el dial 90 de F.M hay una emisora, Radio Nostalgia de canciones de otras décadas...y es raro el día que no la escucho, y surge una canción que yo creí olvidada, y sin quererlo ya empieza a hacerse un nudo en la garganta, para pasar a resbalar un par de lágrimas de los ojos...

Ainsssss, somos así de nostálgicas!

Anónimo dijo...

Muy bonitas fotos, muy bonito saludos