Me gustan los amaneceres; las primeras horas del nuevo día en que casí todos duermen; la languidez de luz avanzando lentamente sobre las sombras; los ruidos pequeños; los olores limpios y la sensación de nuevo.
Cuando cultivaba rosas en el jardin de mi padre me levantaba muy temprano para observarlas. Nunca las cuide por la mañana, siempre al atardecer ó bien anochecido. Es cuando mejor mano tengo. No puedo explicar lo de tener buena mano con las plantas, ó se tiene ó no sé tiene, simplemente.
Me gustaban de color blanco, amarillo ó nacar. Incluia las de colores rosados por mi madre, a ella le gustan mucho como las de la fotografia, grandes, exuberantes, olorosas. VA POR TI MAMI
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