viernes, febrero 24, 2006


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Susurraban las hojas entre ellas las murmuraciones que sobre el arbol había, y éste consciente de ello, se elevaba sereno desprovisto de curiosidad.
De más sabía la envidia que despertaba sobre las hojas caducas que no podian disfrutar más de un otoño su lugar.

Y así agil, garboso, compite con la luz por ser el más hermoso, y a las hojas las siente pasar en un desfile interminable de otoño en otoño.

7 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Directamente aplicable a las personas.
Muy bonito.
Un saludo.

Iván dijo...

Vamos, que después de leerte apetece irse a merendar allí mismo y pasar la tarde (no sé por allí, pero aquí ahora mismo no se podría, qué frío!!!!)

Unknown dijo...

El banco y la mesa de la segunda foto en ese jardín es lo que suelo buscar cuandfo estoy de vacaiones. Siempre busco casas con algo así. Par las noches , las cenas, queso y vino.

Anónimo dijo...

¿de donde te sacas esos rincones?
Que bonito hace que se vea la naturaleza en tus palabras...

Bito dijo...

Joder... me pones una foto así de España, con lo que yo la hecho de menos...

Madre mía, y sigo preguntandome qué demonios hago en este país enfermo, lluvioso y oscuro...

Rafael dijo...

Anda, la primavera se ha adelantado en tu blog :)
Gracias por tus palabras, espero que tu abuela mejore... si es posible. Un besazo.

Cazadora de almas dijo...

Precioso, me ha gustado leerte. Gracias por tu comentario, de verdad.

Besos!