lunes, octubre 02, 2006

LA YUCA

DIANA KRALL-NEARNESS OF YOU

Ayer consternada reencontré a mi "Yuca".
Me llamó la atención un conjunto de ramas secas al fondo del jardín de mi padre y al acercarme quede muda de asombro ante la envergadura adoptada por la verde y cortante planta.

La compré hace más años de lo que quisiera confesar; fue en el "Vivero Puertas", genuino y singular. La Yuca me gusta por sus hojas en forma de lanza, por sus filos cortantes y su estilizada linea. Tacto aspero en las hojas invita a verla de lejos.

Se viste de verde profundo que al florecer magnifica el crema de sus flores en cascada.
Robusta, elegante, defensora de su espacio y protectora de pajarillos. Estos anidan entre sus espesuras hirientes sin quien no sepa esquivar sus afiladas lanzas salga denme del asunto. Tambien acoge arañas que trazan hermosas telas que en breve se llenan de polvo.
Mientras retiro las hojas muertas a golpe de muñeca pienso en la yuca y en mi vida a traves de ella. Intento datarla, sobre todo por su enorme tamaño actual, me ha cogido desprevenida.
A esta edad, las sorpresas no suelen ser tantas, en cuanto a plantas se refiere, claro.
La tuvimos en el "mini piso", la recuerdo en el salón al lado de la chimenea, entonces era pequeña, tierna, aun no se le habian afilado las hojas. Trás sucesivas mudanzas y más metros cuadrados comenzó a coger holgura y más de un picotazo nos dimos con ella, por lo que su emplazamiento final fue aquella enorme terraza. Creció como una loca, feliz al sol y ahíta de agua.
Hasta la llegada de mi hijo el mayor, en que las neuras propías de madre primeriza me hicierón desterrar de mi vida todo aquel objeto, planta ó animal que pudiera hacerle daño a mi "Tesoro".

Asi que la amiga "Yuca" hubo de ser regalo obligado a mis padres, que no sabiendo bien que hacer con ella la dejarón aparcada junto al garaje. Una tarde, en que las raices se salierón del tiesto, la plantamos al fondo del jardin entre limones, naranjas y peras. Y allí se quedó aparentemente satisfecha. Pletorica diría yo hoy tras limpiarla, y bella, muy bella.

5 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

La historia de uno a través de la Yuca, muy bonito, me ha gustado especialmente lo bien que describes a la planta, la foto también es muy bonita.

Yo soy, igual lo he dicho ya, es que me repito sin darme cuenta, un fan de los árboles, pero de los grandes, antiguos, esos árboles de troncos enormes, frondosos, que han visto morir guerras y jardineros, sobreviviendo a todos, me chiflan, se nota no, lo de chiflado digo, por la manera en que lo he escrito.

Lo dejo mejor.

Saludos.

Unknown dijo...

"Y creció como una loca". Me ha hecho gracia

Noa- dijo...

En mi casita en la costa dorada teníamos un algarrobero que nos daba mucho trabajo pero nos resguardó de tantas tardes bajo el sol que era imposible no cuidarlo, aún ahora... cuando ya ha pasado tanto, es imposible olvidarlo.

Saludos

Zapatos de tacón dijo...

Tu historia me ha recordado a la yuca que tenemos en la casita de mis padres de verano, era una pequeña y se ha convertido en tres maravillosas y frondosas. Me encantan las plantas, mi casa parece un jardín.

Ayyy, esas fotos de Marbella, que recuerdos de verano me traen...

Un beso y sigue disfrutando del veranillo. Que envidia!!!

Lula Towanda dijo...

La Yuca sacó los pies del tiesto y terminó sintiéndose a sus anchas. ¡qué suerte tuvo la yuca!