miércoles, julio 13, 2005

AL FORO SUIZO





Sería el verano del 78 ó quizás antes, no puedo recordarlo con exactitud. Mi abuela se empeñó en presentarme unas hermanas que veraneaban frente a su casa y venían de Madrid. Con bastante reticencia, las niñas de Madrid tenían fama de muy pijas, y cierta aprensión mi hermana, la segunda, y yo fuimos a ello.

Visto con los ojos del tiempo todo se diluye y desdibuja, mas lo que más prendió en mí fue la madre de las hermanas. Se parecía a mi madre muchísimo físicamente pero no en el carácter. Sin desmerecer a mi madre esta mujer era la antitesis de ella. Tanto me gusto la Señora que insistí en que viniese a mi casa a conocer la familia. Ella encantadora, no lo dudo un momento y quedamos al día siguiente a merendar.

Mi madre, acostumbrada a mis ideas, no se sorprendió y preparó una estupenda merendola. Es curioso como la vida te cruza personas que se convierten en partes fundamentales de tu vida. Este fue uno de esos casos. Tras aquella merienda histórica pasamos los veranos juntos. Conocimos a su marido, otro ser especial que ya no está entre nosotros, a su hijo, “el mejor primo que se puede tener”, a la Yaya, ausente también, que era como la abuelita Paz, pero con mal genio y un humor muy especial. Y un sinfín de amigos que pasaron a ser mutuos. Cada año los lazos se han ido estrechando mas y mas al punto de sentirnos una gran familia, con sus dimes, diretes, alegrías, penas, sorpresas, deseos y sobre todo un gran sentido del humor. Cada suceso bueno ó malo de nuestras vidas lo hemos pasado juntos y sobre todo, ella, la gran Señora que me cautivó una vez, ha sido la amiga que todos queremos tener. Tuve mucha suerte aquella tarde del 78 conociéndola. Por supuesto, las niñas resultaron ser muy educadas y divertidas, amen de guapas y estilosas. La madurez no las ha cambiado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas, muchísimas gracias por tan bellas palabras y tan hermosa dedicatoría. Cuantos recuerdos puede uno evocar de golpe al leer,cuantas personas puede uno recordar en un momento. Esa Marbella del 78, y la de tantos veranos que hubo después. A mi parece que fué ayer, hasta que veo mi madurez en el espejo. Cuantas vivencias tristes y divertidas con mis "titos" y mis "pimos".
Gracias de corazón por vuestra amistad, generosidad y cariño. Hoy y siempre

la-de-marbella dijo...

Sin palabras. Todo eso y mucho más. Gracias a tí.

Anónimo dijo...
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