NO VEO POR NO OIR

Santana-Europa
No veo el mundial, ni a España jugar. La voz del locutor me lo impide. No puedo soportar el tono de su voz y no me dejan apagar el sonido; dicen que el silencio quita emoción a la imagen.
Como lo mio no es el deporte desisto y dejo en paz a los forofos que ni siquiera notan mi ausencia.
El día de nuevo es gris con un calor pegajoso sin llegar a insoportable. Todo a vuelto a su ser y pocos vestigios de fiesta quedan.
Cada año, con el fin del curso escolar, siento el mismo apremio, como si repitiese el "fin de año" y todos sus propósitos; pero sin uvas ni champán. Quiero cerrar asuntos, pagar cuentas, planear más cosas, ver otras gentes, empezar un cursillo, acabar otro. Ideas y decisiones que como en "fin de año", a medida que pasan los días se diluyen en la vorágine diaria. He aprendido que de cada diez cosas que me propongo, siete quedarán en el olvido, dos se arrastrarán conmigo y una llegará a buen puerto. Lejos de culpabilizarme, lo asumo como mal necesario y acorde a mi carácter. Igual que no puedo leer un sólo libro sin intercalarlo con otro, no puedo hacer una sola cosa sin tener otra en mente.
Hoy visité por casualidad un blog dedicado a la Filosofía. De entrada me gusto el diseño y por inercia comencé a leer; solo el ritmo del teléfono y una visita esperada me apartaron de ese blog.
De repente, mi mente necesita más, y ese "más" que todos ansiamos y casi nunca encontramos, yo lo encuentro en la red. En anónimos escritores, filósofos y poetas que saben expresar, decir, subir, bajar, cortar y pegar infinitamente mejor que yo, y eso me gusta.
Termina el partido con la victoria de España y aunque parezca mentira, sale un rato el sol.